lunes, 21 de abril de 2014

Dulce pecado de Semana Santa. Torrijas

No podía dejar pasar la Semana Santa sin ver qué tal me salían las torrijas de leche, lo intenté hace un par de años, pero me salieron duras, secas y sosas, esta vez me lo tomé más en serio. Además tenían que dar el visto bueno mis familiares del pueblo, un público muy difícil, de hecho hubo diversas opiniones; están estupendas, saben mucho a canela, están muy dulces, etc., el caso es que en el plato no quedó ninguna   : )
Para la elaboración tome la receta de De rechupete, con alguna pequeña modificación.


Elaboración:
Yo preparé la leche aromatizada la noche anterior, para asegurarme de que se enfriase sin problemas. Poner la leche con el azúcar, el palo de canela, la cáscara de limón y la vaina de vainilla abierta y sin semillas en una cazuela. Calentarlo a fuego medio hasta que empiece a hervir, en ese momento retirar del fuego y dejar reposar 5 minutos, después sacar la canela, el limón y la vainilla.
Una vez que la leche está fría empaparemos las rebanadas de pan, yo las puse en dos fuentes para horno y las cubrí con la leche. Dejar que se empapen durante una hora, hasta que estén blandas. 
Batir los huevos y añadirles un par de cucharadas de la leche aromatizada. Pasar las rebanadas por el huevo, freírlas en el aceite de girasol, bien caliente, por ambos lados. Al sacarlas, quitarles el exceso de aceite con papel de cocina y rebozarlas en el azúcar con canela.


Lo mejor es dejarlas reposar y comerlas al día siguiente, cuando ya han creado su propio almíbar. Yo las guardé y serví bañadas en la leche aromatizada que sobró (en las foto no aparece), así están mucho más jugosas. Pero eso ya va a gusto del consumidor. Para mi, con un vaso de leche fría como acompañamiento, son el desayuno perfecto de las vacaciones.


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