sábado, 26 de abril de 2014

Expotarta 2014

Es el tercer año que se celebra este evento y es el segundo que voy a visitarlo. Es increíble, te sirve para darte cuenta de todo lo que te queda por aprender de este mundo tan creativo jajjaajja. Cada vez que fui me acompañó una persona diferente, externa a la repostería, y las dos veces esa persona se quedó flipada con la cantidad de materiales, utensilios, técnicas y detalles que existen sobre este tema, y por supuesto de los dulces increibles que se pueden llegar a hacer,
Aquí muestro alguna de las fotos que hice, de lo que más me llamó la atención o me gustó.




Las conocidas galletas de Muy dulces vinuesa, no solo llaman la atención las galletas si no todo el decorado que montan alrededor. Preciosas.


Las tartas siempre son más espectaculares, pero yo siento debilidad por las galletas, porque además es lo que más me gusta comerme jeje. Las siguientes ya no se deciros de quién son, un gran fallo por mi parte.



Para acabar, dos tartas muy diferentes, pero que consiguieron llamar mi atención por razones diferentes.

 No creo que haga falta decir nada, te deja con la boca abierta. Acabó siendo la ganadora de la categoría "Tartas de boda"





























Esta me gustó porque con sencillez también se puede conseguir la excelencia.


Estoy deseando ponerme a practicar las nuevas ideas que me traje del evento, además de cacharritos, fondant y crema de cheesecake uuuuuuuummmm.

lunes, 21 de abril de 2014

Dulce pecado de Semana Santa. Torrijas

No podía dejar pasar la Semana Santa sin ver qué tal me salían las torrijas de leche, lo intenté hace un par de años, pero me salieron duras, secas y sosas, esta vez me lo tomé más en serio. Además tenían que dar el visto bueno mis familiares del pueblo, un público muy difícil, de hecho hubo diversas opiniones; están estupendas, saben mucho a canela, están muy dulces, etc., el caso es que en el plato no quedó ninguna   : )
Para la elaboración tome la receta de De rechupete, con alguna pequeña modificación.


Elaboración:
Yo preparé la leche aromatizada la noche anterior, para asegurarme de que se enfriase sin problemas. Poner la leche con el azúcar, el palo de canela, la cáscara de limón y la vaina de vainilla abierta y sin semillas en una cazuela. Calentarlo a fuego medio hasta que empiece a hervir, en ese momento retirar del fuego y dejar reposar 5 minutos, después sacar la canela, el limón y la vainilla.
Una vez que la leche está fría empaparemos las rebanadas de pan, yo las puse en dos fuentes para horno y las cubrí con la leche. Dejar que se empapen durante una hora, hasta que estén blandas. 
Batir los huevos y añadirles un par de cucharadas de la leche aromatizada. Pasar las rebanadas por el huevo, freírlas en el aceite de girasol, bien caliente, por ambos lados. Al sacarlas, quitarles el exceso de aceite con papel de cocina y rebozarlas en el azúcar con canela.


Lo mejor es dejarlas reposar y comerlas al día siguiente, cuando ya han creado su propio almíbar. Yo las guardé y serví bañadas en la leche aromatizada que sobró (en las foto no aparece), así están mucho más jugosas. Pero eso ya va a gusto del consumidor. Para mi, con un vaso de leche fría como acompañamiento, son el desayuno perfecto de las vacaciones.


lunes, 14 de abril de 2014

Un cumple helador

Aquí va mi primera tarta para un cumpleaños infantil. Fui con mucho miedo, por que los niños son los críticos más crueles. También llevé unas galletas de mantequilla para distraer su atención, volaron en cuanto las puse en los platos, los niños están locos jajaja.
 Aprovecharé esta entrada para explicar como relleno y cubro de crema de mantequilla una tarta. Utensilios necesarios:





 Pinchamos dos palillos en el bizcocho, estos marcan por donde vamos a cortar y nos indican como colocar las dos mitades para que coincidan. Cortamos con la lira o con un cuchillo de sierra, lo más recto posible y con cuidado en el último punto para no romperlo. No te preocupes si no queda perfectamente recto porque la crema lo arregla todo.

Con un pincel, o directamente con un biberón humedeceremos abundantemente,  las dos partes del bizcocho con el almíbar (calentar las mismas cantidades de agua y azúcar hasta que se deshaga el azúcar, y dejar enfriar).



Rellenamos el bizcocho con la crema de mantequilla, se puede ir echando directamente con la espátula, pero es más fácil conseguir cubrir bien los bordes con la manga. Lo extendemos y alisamos bien con la espátula.





Alineamos las dos mitades ayudándonos de los palillos.


Para acabar, quitamos los palillos y cubrimos bien todo el bizcocho. Tapamos todos los huecos con crema, dejándolo uniforme.

 Se puede decorar con la misma crema de mantequilla o cubrirlo con fondant, en este caso yo use fonfant.




La temática del cumpleaños era Frozen, la película de Disney, así que me empapé del tema mirando en internet. Tampoco me costó mucho porque soy fan de Disney de toda la vida, y ya había visto la peli : )




viernes, 11 de abril de 2014

La bienvenida más dulce


 No sólo los cumpleaños deberían celebrarse con tartas. Nada  mejor para rematar un evento feliz que algo dulce, y si lo podemos decorar con motivos de la celebración, mejor que mejor. En esta ocasión tuve la suerte de ser invitada a la fiesta sorpresa de bienvenida de Marta, una amiga italiana, que después de casi dos años separada de su novio español, Víctor, por fin, regresa al que ya es su segundo hogar, España.
Víctor confió en mi para hacer el colofón del festejo, dos tartas, una italiana y otra española, concorde a la pancarta que él había diseñado para la ocasión.


En esta ocasión aprovecharé esta entrada para daros la receta de un imprescindible, el clásico bizcocho de vainilla. Es lo primero para ponerse en marcha con una tarta decorada. Para un molde de 24 cm de diámetro los ingredientes son:


Saldrá bastante alta, te da para dividirla en tres pisos.
Poner el horno a 175º con calor arriba y abajo.
Batir los huevos con el azúcar, añadir el yogur y el aceite, una vez mezclado, echar la vainilla.
Tamizamos la harina con la levadura y la sal, y lo vamos añadiendo a cucharadas a la mezcla líquida sin dejar de batir. Al ir añadiendo poco a poco, no hará falta batir tanto.
Para evitar que el bizcocho se pegue, untaremos la base y los lados del molde con una ligera capa de mantequilla, lo justo para mancharlo, y esparciremos harina dando toquecitos en el molde para extenderla, retiraremos el exceso.
Vertemos la masa en el molde y hornearemos durante 35 minutos. No abrir el horno hasta pasados, por lo menos, 25 minutos, para que no se nos baje con el cambio de temperatura. Para asegurarnos de que está hecho, pincharemos con un palito o cuchillo metálico, si sale húmedo lo seguiremos cocinando. Yo suelo meter la punta de un cuchillo y moverlo de lado a lado para ver lo duro que está.
Una vez hecho, lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla, yo suelo ponerlo boca abajo.

Una vez frío, lo cortaremos en tantas láminas como pisos queramos hacer, lo rellenaremos y cubriremos con la crema de mantequilla deseada, y cubriremos con fondant (todo esto será explicado en otras entradas).

Después de un tiempo de reflexión este fue el resultado.




La tarta española tenía sorpresa en el interior, no pude evitar darle algo de color al bizcocho. El bizcocho de la italiana era de chocolate, así que ese no pude.



A los protagonistas del evento les encantó, o eso me hicieron creer, jeje, el resto de los comensales me dijeron que estaba muy rica, y yo, que por supuesto la probé, creo que estaba muy jugosa, así que ¡¡¡OBJETIVO CONSEGUIDO!!! todos contentos.

Dedicado a Marta y Víctor, sed muy felices, que lo chungo viene ahora, la convivencia ; )

sábado, 5 de abril de 2014

¿Qué es el fondant?

Como definición sencilla, yo diría que se trata una plastilina de azúcar.
En youtube hay varios tutoriales de cómo hacer fondant casero, con glicerina, gelatina, grasa vegetal, etc. Será porque carezco de tiempo o de paciencia, pero yo prefiero comprarlo. Lo que si que hago es tener un montón de tintes en pasta, ya que sirven tanto para fondant, como para bizcocho o glasa, con ellos puedo teñir el fondant blanco con el color exacto que necesite.

 Para conservarlo en buen estado una vez desprecintado, incluso mientras se está usando, hay que evitar que esté al aire, lo mejor es guardarlo en las típicas bolsas para congelar, con cierre, sacando bien el aire del interior. Si va a estar mucho tiempo sin usarse se puede, además, envolver con film transparente. Está prohibido que se moje porque se deshace, ya que es azúcar, por ello no puede meterse en la nevera.
Su manejo es muy sencillo, como ya he dicho es parecido a la plastilina, pero necesita estar hidratado, si no, se vuelve pegajoso, para evitar esto se puede utilizar manteca vegetal untada en las manos. En lugares más húmedos necesitan usar harina de maíz o azúcar glass para provocar el efecto contrario

Se pueden crear multitud de cosas; cubrir tartas, moldear figuras, flores sencillas y todo tipo de decoraciones. Se usa también para galletas, cakepops o cupcakes.

Para detalles que necesitan una lámina fina, por ejemplo, flores más elaboradas, que además necesitan un secado rápido, se utiliza pasta de goma. Es igual que el fondant pero llevan CMC (carboximetilcelulosa), que le da la dos características antes descritas; un secado mucho más rápido y la propiedad de poder extenderse al máximo. Con agua y CMC también puedes fabricar pegamento comestible.


No puedo terminar esta entrada sin ser sincera, la verdad es que me encanta crear decoraciones de fondant, pero no me gusta nada comerlo, es demasiado dulce para mi paladar, solo lo tolero en las galletas, que se pone más fino.
Espero que os haya sido útil y que ahora sepáis un poquito más sobre este producto.

miércoles, 2 de abril de 2014

Para quedar bien en un segundo: tartaletas de crema.

De entre todos los rellenos que se pueden poner (nata, chocolate, mermelada, etc.), mi preferido, sin ninguna duda, es la crema pastelera, podría comérmela a cucharadas y tardas 5 minutos en hacerla, así que para una cena con amigos un domingo, vi que tenía una lámina de masa quebrada en la nevera y me puse manos a la obra. El siguiente paso será hacer también la masa, pero para día con prisas o con pereza no está mal usar una comprada.


Con un vaso grande corte la masa en 6 círculos y los coloqué en la bandeja para cupcakes dándoles la forma de cada hueco, las horneé a 180º hasta que estuvieron doraditas, unos 15 minutos, esto también depende de la marca que se use. Una vez hechas las dejé enfriar en la rejilla.
Para la crema pastelera, estos son los ingredientes, es la cantidad justa para las 6 tartaletas. Cuidadito con la esencia de vainilla al aumentar las cantidades, si se triplicasen sería solo una cucharadita.


Cómo se hace:
Mezclar 50 ml de leche, la yema y la harina de maíz y reservar. Poner en el fuego 120 ml de leche con el azúcar, la piel de limón y la vainilla, a fuego medio. En el momento en que empiece a hervir, sacar la piel de limón y añadir la mezcla reservada. Remover con las varillas continuamente hasta que espese, sacar del fuego y seguir removiendo para que pierda calor más rápidamente.

Lo mejor es dejar que se enfríe para que no reblandezca las tartaletas.








Lo de la decoración ya corre a cargo de la imaginación de cada uno, yo combiné frutas, almendras y chocolate. Cuidado con poner fideos de azúcar o caramelos de colores, tipo Lacasitos, porque destiñen, es muy fácil que queden monas.